domingo, 16 de enero de 2011

Adultez y Generatividad



En la fotografía se puede observar una familia formada por la madre, el padre, y dos hijos, que desprenden un sentimiento de cariño y la importancia de la paternidad. En relación con la asignatura, y más específicamente, con el bloque VI, "La adultez", y en concreto, el desarrollo psicosocial de ésta, encontramos el concepto de "Generatividad", que tiene que ver con este sentimiento y significado de la paternidad, como se expone a continuación.

Según Erickson, a la intimidad le sigue la etapa de generatividad frente a estancamiento, y es el momento en que los adultos buscan ser productivos a través del trabajo o la paternidad. Sin la generatividad, los adultos experimentan "una sensación de estancamiento y empobrecimiento personal". 

Es más probable que la generatividad aparezca con la madurez, aunque la edad cronológica no es un marcador necesario para la protección y el afecto desinteresados que caracterizan a la generatividad.

Los adultos satisfacen su necesidad de generatividad de muchos modos, incluyendo los esfuerzos, la protección y el empleo. El cuidado de los otros, especialmente del niño pequeño, y el empleo, en particular cuando se realiza una tarea que permite el crecimiento personal, a la vez que se producen bienes o servicios que favorecen la prosperidad de la comunidad.

Erickson afirmó: un adulto maduro "necesita ser necesitado". El cuidado puede ser físico (alimentación, aseo), pero en gran parte es psicológico. Cuidar al otro implica responder a sus emociones, compartir secretos, escuchar de manera comprensiva y ofrecer un buen consejo o ayuda práctica cuando se lo requiere. Por lo tanto, los padres cuidan de los hijos y los hijos cuidan de sus padres. 

La característica principal de la generatividad es establecer y guiar a las generaciones siguientes, generalmente a través de la paternidad. 

Traer al mundo y criar hijos es una expresión de generatividad que implica una labor intensa. Aunque la intimidad y la satisfacción del matrimonio disminuyen con la paternidad, el nivel de compromiso aumenta. Idealmente se forma una alianza parental cuando los padres cooperan en la crianza de los hijos.

En algunos casos puede ser necesario que se refuercen los cuidados si una enfermedad aparece en uno de los niños o en un padre mayor. Las familias enfrentan los problemas y así demuestran su generatividad.

sábado, 15 de enero de 2011

Adolescentes y Drogas

El rol de los padres ayuda a evitar adicciones en adolescentes
15.01.11
Especialistas coinciden en que el verano y las vacaciones son momentos que favorecen el consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes por lo que el rol de la familia es fundamental para evitar esos comportamientos riesgosos.

El Simposio Argentino de Psiquiatría, Psicología y Salud Mental,  que organizó la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), analizó la relación de los adolescentes con las adicciones.
El psiquiatra Guillermo Fernández Dadam sostuvo que "cuando llegan las vacaciones de verano, muchos jóvenes aprovechan que se alejan unos días de sus padres y, entre otras cosas, abusan de la ingesta de alcohol".

Fernández Dadam advirtió que también el período estival "puede convertirse en una entrada al consumo de drogas peligrosas que, muchas veces provocan averías en el cerebro en forma crónica".

El especialista destacó que el consumo sin control de alcohol y el de drogas "suele alterar la conducta inmediata de los adolescentes, ocasionando peleas y violencia, accidentes, homicidios, suicidios y situaciones de sexo no queridas".

Las estructuras cerebrales alteradas por los tóxicos sufren mayores consecuencias cuanto menor es la edad a la que se somete la persona a esas agresiones, por lo que el psiquiatra recordó que "el envejecimiento prematuro en esos casos es inevitable".

"El deterioro del cerebro genera limitación de las potencialidades y condiciona sus funciones, condenando a la persona a conductas automáticas por su adicción", dijo.

En igual sentido, el psiquiatra Eduardo Grande coincidió en que el consumo de alcohol o sustancias le traen al adolescente problemas personales, psicológicos, biológicos, sociales, familiares, escolares, laborales y de integración.

"A mayor consumo hay mayores problemas", explicó y consideró que "es difícil establecer un límite en el adolescente, sobre todo durante el verano y las vacaciones cuando hay ciertos peligros".

Para Grande, la relación de los jóvenes con el consumo de sustancias peligrosas "depende de la personalidad, de conflictos emocionales existentes, del tipo de familia a la cual pertenecen y del grupo que los estimula al consumo".

Por estas razones, los especialistas de la AASM coincidieron en su trabajo que el rol de la familia es importante para evitar que los adolescentes adopten comportamientos riesgosos.

Para los médicos, es importante que los padres expresen su punto de vista en forma clara y precisa cuando se trate del alcohol, el tabaco y las drogas ante sus hijos.

Y en este sentido, destacaron la importancia de compartir valores y expectativas con los adolescentes y hacer explícitos los peligros y riesgos asociados con el uso de las drogas y el alcohol.

Del mismo modo, se trata de escucharlos cuando los chicos hablan sobre los desafíos o presiones que enfrentan en la escuela o entre amigos y compartir actividades en familia.

También es importante el comportamiento que los padres les exhiben a sus hijos porque si ellos abusan del alcohol o las drogas, es probable que los hijos sigan su ejemplo.


http://notio.com.ar/sociedad/el-rol-de-los-padres-ayuda-a-evitar-adicciones-en-adolescentes-5756

Esta noticia, del portal digital de noticias de Argentina Notio.com, está relacionada con el bloque V, "La adolescencia" de la asignatura Psicología del Desarrollo. La adolescencia, período de entre los 11 y 21 años, se caracteriza por un desarrollo y grandes cambios a nivel afectivo, psicológico, biológico, intelectual y social. En el que pueden aparecer problemas, como es el expuesto en la noticia, el abuso de drogas, y que pueden estar relacionados con el estilo educativo de los padres y sus roles.


El consumo de alcohol y otras drogas se ha convertido en parte de la vida de muchos jóvenes de todos los países industrializados del mundo. Nueve de cada diez chicos de 17 años han probado el alcohol, dos de cada tres han probado el tabaco, y más del 40% ha probado al menos una droga ilegal, siendo la más comúnmente probada la marihuana.

Aunque la experimentación precoz del consumo de drogas no lleva inevitablemente a un abuso múltiple de las mismas, los individuos que consumen más drogas, más a menudo y a una edad más joven que sus compañeros de clase, también tienen más probabilidades de sufrir problemas múltiples de abuso de drogas y alcohol más adelante.

Un consumo frecuente de drogas, especialmente al principio de la adolescencia, no es sólo una señal de problemas preexistentes, sino que con toda probabilidad los va a empeorar.
Parece ser que el problema del abuso de drogas durante la adolescencia consiste en realidad en dos problemas distintos. Uno se aplica a todos los adolescentes, cuya reducida capacidad de juicio sobre cuándo y cómo experimentar con las drogas, y cuya conducta cuando se encuentran “bajo la influencia” de las mismas puede llevar a accidentes fatales o a consecuencias graves. El segundo problema se aplica a los adolescentes que consumen drogas como un intento para resolver u olvidar problemas que vienen de antiguo. Para ellos, las drogas pueden proporcionar un alivio temporal, pero a medida que pasa el tiempo sólo empeoran sus dificultades. Muchos de ellos tienen también otros problemas – con la escuela, con las relaciones sexuales, con la ley- que empeoran con el abuso de drogas. Necesitan mucha más ayuda que una lección sobre peligros de la adicción que ofrecen las campañas de prevención del consumo de drogas en las escuelas y en los medios de comunicación.

A menudo la adolescencia se caracteriza como una época de reducción de la influencia de los adultos, cuando los valores y las conductas de los jóvenes se consideran cada vez más distantes e independientes de los de sus padres y otros adultos. Sin embargo, las generaciones jóvenes y las mayores tienen valores y aspiraciones muy parecidos.

El hecho de que un adolescente experimente o no con las drogas está altamente correlacionado con las actitudes y conductas de sus padres referentes a las mismas. Efectivamente, prácticamente todos los aspectos de la conducta de los adolescentes están directamente influidos por la familia.
Aparecerá una cierta dosis de conflicto entre los padres y los adolescentes en la mayoría de las familias. La amplitud del conflicto, y la proporción en la que domine a la relación entre los padres y los hijos, dependerán de muchos factores. El más importante es el estilo educativo utilizado en el hogar (autoritario, permisivo, o democrático). Los adolescentes que tienen padres democráticos presentan menos problemas de conducta (como el abuso de drogas y alcohol).

Normalmente, al final de la adolescencia las relaciones entre los padres y los hijos son más armoniosas. La inmensa mayoría de los adolescentes explican que se sienten amados y aceptados por sus padres y que los perciben como modelos a seguir y como fuentes de orientación y de apoyo. Los que no siguen este esquema  generalmente benigno son los más vulnerables a los problemas, como el abuso de drogas.

La amistad en los años escolares




Como se puede observar en la primera fotografía, se encuentra un grupo de niños de edades comprendidas entre los 6 y 11 años, lo que conoce como los años escolares o tercera infancia. Y más abajo, en la segunda fotografía, se muestran dos niñas de características similares, que parecen estar muy unidas. En ambas fotografías se aprecia una relación de amistad entre iguales. Para entender mejor dicha relación se expone a continuación lo relacionado con el bloque IV "Los años escolares" de la asignatura Psicología del Desarrollo.

Freud describe la tercera infancia como el período de latencia, cuando los impulsos emocionales del niño están más calmados, sus necesidades psicosexuales están reprimidas y sus conflictos inconscientes están sumergidos, característica que hacen de la latencia “una época para adquirir habilidades cognitivas y para asimilar los valores culturales, mientras el niño va ampliando su mundo para incluir al maestro, a los vecinos y a los compañeros.” (Miller, 1983)
La tercera infancia se considera como una época en la que se combinan muchas competencias distintas. Las aptitudes para aprender y analizar, para expresar emociones y para hacer amistades se han puesto en evidencia desde la primera infancia, pero ahora se conjuntan de una forma mucho más centrada y consistente, configurando una personalidad mucho más fuerte, unificada y segura de sí misma.

Uno de los elementos clave que forman parte del desarrollo psicosocial de los niños en edad escolar es un importante avance en la cognición social, es decir, en la comprensión de las demás personas y grupos de personas.
La idea de los niños sobre ellos mismos se desarrolla con rapidez durante la tercera infancia, además, al ampliarse sus redes sociales, los niños en edad escolar se perciben en términos de roles diferentes (miembros de un equipo, alumno, etc.) y en términos de sus distintas habilidades. Cuando sus redes sociales se van ampliando, los niños también empiezan a darse cuenta de que pertenecen a uno u otro grupo étnico, religioso o social.

Quizás el sistema que mayor influencia ejerce en el niño en edad escolar y en el cual éste desarrolla su autoestima es el grupo de compañeros, un grupo de individuos de aproximadamente la misma edad y situación social, que juegan, trabajan y aprenden juntos. Los niños se hacen cada vez más dependientes de sus compañeros, no sólo para disfrutar de su compañía, sino también para la autovalidación y para recibir consejos. Las relaciones entre los compañeros también proporcionan oportunidades únicas para el desarrollo de la comprensión de uno mismo y de la capacidad para relacionarse con los demás. El grupo de compañeros se convierte en una especie de sociedad separada de la de los adultos.

Normalmente, la sociedad de los niños tiene su vocabulario especial, sus actividades, códigos en el vestir y normas de conducta distintivas que florecen sin la aprobación, ni siquiera el conocimiento, de los adultos. Las diferencias de sexo en el vestir, en la conducta y en los tipos de juego y de colegas cada vez van adquiriendo mayor importancia a medida que los niños salen de la edad preescolar y se adentran en la escolar.

Las amistades cobran cada vez mayor importancia, y la comprensión que desarrollan los niños sobre la amistad se hace cada vez más abstracta y compleja. Perciben a sus amigos de formas psicológicamente más elaboradas porque tienen una comprensión de sí mismos más profunda y matizada.




Los niños mayores cada vez consideran más a la amistad como un foro en el que es posible abrirse al otro y esperan que esa intimidad se vea correspondida. Éstos exigen más de sus amigos, cambian menos a menudo de amigos y encuentran mayores dificultades para hacer nuevas amistades, además de afectarse más cuando se rompe una amistad, en parte porque estas amistades se hacen más intensas y más íntimas a medida que los niños se van haciendo mayores. En esta edad, los niños se vuelven más exigentes a la hora de elegir un amigo (mismo sexo, raza y nivel socioeconómico). Y es por ello que sus grupos de amigos se reducen cada vez más. La mayoría de los niños de 8 años tienen un círculo de amigos pequeño, y a los 10 años tienen un “mejor amigo” a quien le son bastante leales. Esto suele suceder en ambos sexos, pero suele ser más aparente entre las chicas. Hacia el final de la tercera infancia, muchas chicas tienen una y sólo una mejor amiga de la que dependen.


martes, 11 de enero de 2011

Primeros pasos


Carlos, el protagonista del vídeo, es un niño de 12 meses de edad, y como se puede observar, ya ha empezado a dar sus primeros pasos, aunque todavía muestra inestabilidad y mantiene el gateo. 

En relación a la asignatura, al segundo bloque temático, "Los dos primeros años de vida", encontramos el Desarrollo Motor del niño, cuyo proceso habitual es el siguiente: 

Por una parte, aparecen las habilidades motoras gruesas/globales. Éstas son:

- A los 3 meses: Rodar sobre sí mismo.
- De los 5 a los 6 meses: Sentarse sin apoyo, con capacidad de sujetar la cabeza.
- A los 6 meses: Brazos y piernas fortalecidos.
- De los 8 a los 10 meses: Gateo, donde se lleva a cabo la coordinación manos-piernas.
- A los 12 meses: CAMINAR.
- A los 24 meses: Correr, saltar, etc.

Pero este proceso es orientativo, porque no se produce igual en todos los niños, puede darse el caso que la fase del gateo no aparezca, y pase directamente a dar los primeros pasos. Pero es mejor que se dé la fase de gateo, ya que con ella se fortalecen los miembros inferiores y superiores y se mejora la coordinación. Y no todos los niños empiezan a andar a los 12 meses, pueden empezar antes o después.

Y, por otra parte, aparecen las habilidades motoras finas/de precisión, que son:

- A los 6 meses: Alcanzar, coger, y sostener objetos.
- De los 4 a los 8 meses: Coordinación manual.
- De los 8 a los 9 meses: Precisión.
- De los 9 a los 14 meses: la pinza. (lo que nos diferencia de otras especies)

El desarrollo motor es posible gracias a los cambios de peso, talla, y maduración cerebral producidos en el niño, y está muy condicionado por la genética y por el ensayo-error, ya que sin él no se producirían de manera correcta estas habilidades motoras. Por tanto, la aparición de las habilidades motoras citadas, y en especial la de la MARCHA, dependerá de las características individuales de cada persona.

La lactancia materna

ELMUNDO.ES
SALUD Y NUTRICIÓN

Niños más fuertes con leche materna
·         La condición aeróbica es mejor en los adolescentes que amamantaron al nacer
La lista de ventajas que tiene dar el pecho al bebé sigue creciendo. Se sabe que la leche materna protege al pequeño de numerosas enfermedades como la diarrea y la neumonía. Ahora, una investigación publicada en 'Journal of Nutrition' revela un beneficio más. Cuando el recién nacido sea adolescente tendrá más fuerza muscular en las piernas.
Un grupo de científicos, liderado por un investigador español, Enrique Artero, ha descubierto que dar el pecho beneficia a largo plazo a la condición física de los lactantes, cuando ya son adolescentes. "Nuestro objetivo era analizar la relación entre la duración de la lactancia materna recibida en edad infantil y su nivel físico en etapas posteriores", explica Artero.
Y la relación fue positiva, ya que, comparados con aquellos que no se amamantaron nunca, los pequeños que tomaban leche materna entre tres y cinco meses o durante más de medio semestre tenían la mitad de riesgo de presentar bajo rendimiento en una de las pruebas físicas realizadas, el salto.
Para llegar a esta conclusión, los autores preguntaron a los padres y las madres de un total de 2.567 adolescentes sobre el tipo de alimentación que recibieron sus hijos al nacer y cuánto duró ésta. Por otro lado, los participantes del estudio realizaron varias pruebas físicas para poder evaluar su condición aeróbica y su fuerza muscular.
Según los resultados, la leche materna confiere más fuerza muscular en las piernas. Y dicha asociación se potenciaba cuanto más tiempo duraba dicha lactancia. Este tipo de alimentación (ya sea de manera exclusiva o combinada con otros alimentos) se asoció con una mayor rendimiento en la prueba del salto horizontal en niños y niñas, independientemente de factores morfológicos, como la masa grasa, la altura del adolescente o la cantidad de músculo.
Según el artículo, "hay poca literatura que examine el rol de la lactancia materna y sus efectos en la aptitud muscular años después". Y, dados los resultados, afirma Artero, "los nuevos efectos beneficiosos descubiertos apoyan su uso por encima de cualquier otra forma de alimentación".
Cabe recordar que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia indica que "si todos los niños y niñas fueran alimentados exclusivamente con lactancia desde el nacimiento, sería posible salvar cada año aproximadamente 1,5 millones de vidas". Y las ventajas también se extienden a las madres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario.

Esta noticia, encontrada en el periódico digital elmundo.es, está relacionada con el segundo bloque de la asignatura Psicología del desarrollo: Los dos primeros años de vida. El desarrollo físico del bebé se ve condicionado por la nutrición que se le aporte, y por tanto, tiene un papel muy importante. 

La lactancia puede ser materna o artificial. La lactancia materna, de la cual se centra la noticia, siempre está esterilizada y a temperatura corporal. Es una fuente de nutrientes, vitaminas, hierro, grasas, azúcar, anticuerpos... que se adapta según las necesidades nutritivas del bebé (si necesita más hierro, la leche produce más hierro) y fácil de digerir. Las primeras succiones son muy importantes, ya que lo que succiona es una sustancia llamada "calostro", que contiene sistema inmunológico puro, y es de un color amarillento. La leche materna facilita el desarrollo de dientes y encías, protege contra enfermedades, alergias, vómitos, diarreas, otitis... 

Además, facilita la recuperación física de la madre y una relación madre-hijo más estrecha, estableciendo un primer contacto piel con piel. 

Por tanto, la lactancia materna es el método nutritivo por excelencia para la primera etapa del desarrollo físico del bebé.