sábado, 15 de enero de 2011

Adolescentes y Drogas

El rol de los padres ayuda a evitar adicciones en adolescentes
15.01.11
Especialistas coinciden en que el verano y las vacaciones son momentos que favorecen el consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes por lo que el rol de la familia es fundamental para evitar esos comportamientos riesgosos.

El Simposio Argentino de Psiquiatría, Psicología y Salud Mental,  que organizó la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), analizó la relación de los adolescentes con las adicciones.
El psiquiatra Guillermo Fernández Dadam sostuvo que "cuando llegan las vacaciones de verano, muchos jóvenes aprovechan que se alejan unos días de sus padres y, entre otras cosas, abusan de la ingesta de alcohol".

Fernández Dadam advirtió que también el período estival "puede convertirse en una entrada al consumo de drogas peligrosas que, muchas veces provocan averías en el cerebro en forma crónica".

El especialista destacó que el consumo sin control de alcohol y el de drogas "suele alterar la conducta inmediata de los adolescentes, ocasionando peleas y violencia, accidentes, homicidios, suicidios y situaciones de sexo no queridas".

Las estructuras cerebrales alteradas por los tóxicos sufren mayores consecuencias cuanto menor es la edad a la que se somete la persona a esas agresiones, por lo que el psiquiatra recordó que "el envejecimiento prematuro en esos casos es inevitable".

"El deterioro del cerebro genera limitación de las potencialidades y condiciona sus funciones, condenando a la persona a conductas automáticas por su adicción", dijo.

En igual sentido, el psiquiatra Eduardo Grande coincidió en que el consumo de alcohol o sustancias le traen al adolescente problemas personales, psicológicos, biológicos, sociales, familiares, escolares, laborales y de integración.

"A mayor consumo hay mayores problemas", explicó y consideró que "es difícil establecer un límite en el adolescente, sobre todo durante el verano y las vacaciones cuando hay ciertos peligros".

Para Grande, la relación de los jóvenes con el consumo de sustancias peligrosas "depende de la personalidad, de conflictos emocionales existentes, del tipo de familia a la cual pertenecen y del grupo que los estimula al consumo".

Por estas razones, los especialistas de la AASM coincidieron en su trabajo que el rol de la familia es importante para evitar que los adolescentes adopten comportamientos riesgosos.

Para los médicos, es importante que los padres expresen su punto de vista en forma clara y precisa cuando se trate del alcohol, el tabaco y las drogas ante sus hijos.

Y en este sentido, destacaron la importancia de compartir valores y expectativas con los adolescentes y hacer explícitos los peligros y riesgos asociados con el uso de las drogas y el alcohol.

Del mismo modo, se trata de escucharlos cuando los chicos hablan sobre los desafíos o presiones que enfrentan en la escuela o entre amigos y compartir actividades en familia.

También es importante el comportamiento que los padres les exhiben a sus hijos porque si ellos abusan del alcohol o las drogas, es probable que los hijos sigan su ejemplo.


http://notio.com.ar/sociedad/el-rol-de-los-padres-ayuda-a-evitar-adicciones-en-adolescentes-5756

Esta noticia, del portal digital de noticias de Argentina Notio.com, está relacionada con el bloque V, "La adolescencia" de la asignatura Psicología del Desarrollo. La adolescencia, período de entre los 11 y 21 años, se caracteriza por un desarrollo y grandes cambios a nivel afectivo, psicológico, biológico, intelectual y social. En el que pueden aparecer problemas, como es el expuesto en la noticia, el abuso de drogas, y que pueden estar relacionados con el estilo educativo de los padres y sus roles.


El consumo de alcohol y otras drogas se ha convertido en parte de la vida de muchos jóvenes de todos los países industrializados del mundo. Nueve de cada diez chicos de 17 años han probado el alcohol, dos de cada tres han probado el tabaco, y más del 40% ha probado al menos una droga ilegal, siendo la más comúnmente probada la marihuana.

Aunque la experimentación precoz del consumo de drogas no lleva inevitablemente a un abuso múltiple de las mismas, los individuos que consumen más drogas, más a menudo y a una edad más joven que sus compañeros de clase, también tienen más probabilidades de sufrir problemas múltiples de abuso de drogas y alcohol más adelante.

Un consumo frecuente de drogas, especialmente al principio de la adolescencia, no es sólo una señal de problemas preexistentes, sino que con toda probabilidad los va a empeorar.
Parece ser que el problema del abuso de drogas durante la adolescencia consiste en realidad en dos problemas distintos. Uno se aplica a todos los adolescentes, cuya reducida capacidad de juicio sobre cuándo y cómo experimentar con las drogas, y cuya conducta cuando se encuentran “bajo la influencia” de las mismas puede llevar a accidentes fatales o a consecuencias graves. El segundo problema se aplica a los adolescentes que consumen drogas como un intento para resolver u olvidar problemas que vienen de antiguo. Para ellos, las drogas pueden proporcionar un alivio temporal, pero a medida que pasa el tiempo sólo empeoran sus dificultades. Muchos de ellos tienen también otros problemas – con la escuela, con las relaciones sexuales, con la ley- que empeoran con el abuso de drogas. Necesitan mucha más ayuda que una lección sobre peligros de la adicción que ofrecen las campañas de prevención del consumo de drogas en las escuelas y en los medios de comunicación.

A menudo la adolescencia se caracteriza como una época de reducción de la influencia de los adultos, cuando los valores y las conductas de los jóvenes se consideran cada vez más distantes e independientes de los de sus padres y otros adultos. Sin embargo, las generaciones jóvenes y las mayores tienen valores y aspiraciones muy parecidos.

El hecho de que un adolescente experimente o no con las drogas está altamente correlacionado con las actitudes y conductas de sus padres referentes a las mismas. Efectivamente, prácticamente todos los aspectos de la conducta de los adolescentes están directamente influidos por la familia.
Aparecerá una cierta dosis de conflicto entre los padres y los adolescentes en la mayoría de las familias. La amplitud del conflicto, y la proporción en la que domine a la relación entre los padres y los hijos, dependerán de muchos factores. El más importante es el estilo educativo utilizado en el hogar (autoritario, permisivo, o democrático). Los adolescentes que tienen padres democráticos presentan menos problemas de conducta (como el abuso de drogas y alcohol).

Normalmente, al final de la adolescencia las relaciones entre los padres y los hijos son más armoniosas. La inmensa mayoría de los adolescentes explican que se sienten amados y aceptados por sus padres y que los perciben como modelos a seguir y como fuentes de orientación y de apoyo. Los que no siguen este esquema  generalmente benigno son los más vulnerables a los problemas, como el abuso de drogas.

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